29 mayo 2008

“No matar las palabras, no dejarse matar por ellas”.

Tratando de no perder la capacidad de asombro recorro los pasillos políticos de la ciudad, la sorpresa estaba esperando como una coartada de bandidos en las sombras, tomar la palabra para callarla, ni siquiera presumo aquí todavía hablar de la verdad, solo el hecho que nos fundó humanos después del fuego del hombre de Nerdenthal hasta aquí un par de años o siglos, como diría Eduardo Galeano, “ y en eso estamos, palabras más palabras menos tratando de entendernos”.
El hecho nace por declaraciones de una Concejal (Zulma Karlen) a la prensa local, desafortunadas según el “cuerpo colegiado”, “honorífico” y otras calificaciones casi enciclopédicas de nuestra realidad desvirtuada y diaria de hacer polvo el valor de las palabras por la obra de los hombres en contra de su valor legítimo, estas venidas a menos asisten de vez en cuando recorriendo labios de políticos mediocres a ver si asoma de vez en cuando la verdad, esa utopía cada vez más lejana.

Pero la cosa nos se detuvo ahí, armar una “comisión investigadora” de los “nobles” como una cacería de brujas de la edad media, pongo este ejemplo para ir acercándome a la actualidad, y desde ese pedestal ir a buscar las malas palabras pronunciadas distraídamente quizás por la Enfermera (devenida en Concejal), menciono su oficio por que ingresar a la opinión política empieza según veo a buscar jerarquizarse según los ilustres Concejales (Abogados, Psicólogos, Escribanos, ahhh y también Carpinteros, y otros sin ningún oficio comprobable).
Hasta aquí se presumía un problema doméstico legislativo, fácil de solucionar por el efecto verdugo de la mayoría simple y apercibir a la pobre mujer, pero no, el hecho se agrave en las mentes ilustres como un ave negra que sobrevuela creo el “poder supuesto y su límite con al idiotez” entonces alguien dice: A través de Asesoría Legal instrumentar un control (como en el Gran Hermano de los reality o como en el libro de Orwell), para la prensa y ponerle límites para no dañar la salud de la prestigiosa institución del Concejo Deliberativo y Honorable de este pueblo.
Con este chorro de tinta y prepotencia se escribió el acto, ese documento histórico con fecha del Jueves 3 de abril del 2008, entre las fechas conmemorativas a la Gesta de Malvinas, y a un año de la muerte del maestro Carlos Fuentealba, en esa bisagra histórica se escribe esta sentencia, desconociendo quizás los 25 años de democracia en recuperación y de libertad de expresión, la que me permite escribir en un semanario pequeño par defender este derecho de los trabajadores de la Prensa, y las leyes que me amparan y las sanciones previstas en la Constitución Nacional y en tratados Internacionales como el Pacto de san José de Costa Rica.
Aquí la sentencia, en una cinta de cassette que me alcanzó otro trabajador del periodismo, la escucho y la vuelvo a escuchar y me sorprende lo descabellado y lo desafortunado de estas palabras, las mismas que buscan callar otras.
Por suerte la calma me deja reflexionar y no decido “armar una comisión investigadora de trabajadores de prensa y de los cerca de 40.000 habitantes de Bella Vista, para pedir a la Asesoría Legal de mi Municipio para que se implacable en algunos temas (usted lector agrega los que quiera en la línea de puntos……………………………………)
Pero decido entonces esperar, con al sabiduría que nos da el trabajo diario de la radio, de la televisión, de las páginas web, del semanario y otros.
Por que habrá tiempo como ha demostrado el periodismo, que ya vio pasar varios gobiernos de turno, varias renovaciones de concejos, vio con satisfacción llegar a jóvenes políticos como usted con al esperanza de que algo podría cambiar, porque honesta dañada la Institución (Conceja) la están dañando los hombres, pero nada es definitivo menos tratándose de palabras, aquella que nos hizo humanos, y pedir disculpas por un hecho desafortunado, digno de un juicio político por que usted nos representa, a usted le dimos nuestro mandato para mejorar las palabras, para sanearlas políticamente, para aumentarlas en debate y en ideas.
Sé que se ha equivocado como se equivocan los hombres… esperamos por sus palabras.


Al concejal Cristián Luxen (U.C.R) de Gustavo Oviedo Abril de 2008.

CELEBRACION DE LA PALABRA

Los puntos de partida son siempre diversos en este país, como lo es también en las pequeñas patrias…(Salta, Rosario) los pueblos, las ciudades, los actos, las reuniones.
La argentina simbólica nos pone de cara ineludible en la búsqueda del segundo centenario de la gesta, de la Revolución de la Patria, del grito inexorable que naciera no solo para fundarnos como nación, sino como un metáfora del inicio de está palabra Libertad!...

Y han pasado las horas, los días, los gobiernos, las crisis… y sobre la huella que ha dejado esta palabra desde el tiempo inmemorial andamos, (errantes).
Sobre las fundaciones de más pueblos, sobre la inauguración de más instituciones, sobre los derrocamientos de gobiernos, sobre la reivindicación de otros, tomando partido formando bandos, dividendo voces, escapando del consenso…y la libertad se nos fue escapando de la mano, olvidando de la lengua, desobedeciendo nuestras obras…
Y callando casi definitivamente la raíz, el origen, el génesis, el polvo, la bravura, el ideal, el sudor del labrador, el amanecer de la campana en la escuela rural, las distancias recorridas para socorrer al humilde, al enfermo, la mano extendida en el vecindario, así sé fue escapando también la Patria!!! esa metáfora, el ensueño, la utopía…
Y sobre esa huella tan humana también andamos desesperados.
Pues es aquí la condición “el hombre dura menos que la liviana melodía”(Borges).
Que diría la realidad de mayo del 2010, según los especialistas: Los Argentinos seremos 40. 519.000, que habrá más hombre que mujeres, que habrá tantos niños de cero a nueve como adolescentes de 10 a 19, que los adultos jóvenes serán la principal fuerza poblacional mayor a 17 millones. También que descenderá la mortalidad infantil, la tendencia será a tener menos hijos, la esperanza de vida crecerá levemente a los 75 años, el 92 % vivirá en ciudades, la mujer será más activa laboralmente y que el desempleo quizás baje un dígito.
Pero como llegamos hasta aquí, con la vuelta a la democracia limitada y amenazada por el poder real, con poderosos grupos de interés, incapaces de conformar una fuerza democrática que pudiera enfrentarlos en el primer gobierno, la segunda década infame, entre 1990-2001, fue con la dictadura, unos de los períodos más negros en nuestra historia. Perdimos el Patrimonio nacional y se nos enseñó que el patriotismo era una pieza de anticuario. De ellos fue la consigna “achicar el Estado es agrandar la Nación”.
Con violencia se nos impuso ese modelo, que nos terminó saqueando, dejando sin ahorros, empobrecidos, con la otra brecha más grande: por cada rico en 2002, había casi 50 pobres.
Pero la sociedad reaccionó una consecuencia positiva de la crisis de 2001 fue un saludable y renovado interés por la historia, por la política, por nosotros, por saber de donde venimos, porque estamos como estamos, quienes somos y quienes podemos ser.
Aquí la clave urgente entonces, por esta generación de pibes curiosos, por estos docentes-decentes, y por nosotros haciendo ese pedacito indispensable de entregar lo mejor en cada gesto, por la recuperación y la celebración de la palabra, que sirva para unir credos, por esta posibilidad de dejar escrita mi palabra y mi arte, que no es patrimonio de un gobierno ni de un medio, sino de mi pueblo y que nadie podrá jamás callarla, y por el respeto a la raza ancestral y sus silencio sagrados, ellas que van buscando ese regazo…donde haya debate, donde se busque el consenso, y donde se puede pensar distinto que haí también este la patria!!!!
Y en esta celebración de MAYO, la responsabilidad ciudadana mas importante, la de ser cada vez más humanos, para que en que cada niño este la siembra de la palabra UTOPÍA y la segura cosecha en cada hombre de la palabra incondicional LIBERTAD!!!!!

LA CANASTA

SOMOS RESPONSABLES DEL ROBO…DE LA CONFIANZA


Luego de leer una nota de opinión y de cara a los festejos de Fundación de la ciudad creo que es una invitación a reflexionar sobre esta frase

“Ni siquiera un buen fin justifica que los políticos mientan”.La pregunta de origen es sobre si un funcionario ¿debería mentir? ¿Debe hacerlo en ciertas circunstancias? Este interrogante ético será fundamental para el debate.
Muchos sostienen y la misma sociedad también se fue lamentablemente acostumbrando a creer que el Estado y, por ende sus funcionarios tienen reglas morales distintas de las del ciudadano común. Como entender entonces semejante política de poder que de sentido común parece inaceptable, cuando se formula la misma pregunta sobre la mentira a otros dicen que el Estado tiene una moral diferente de la del individuo aparentemente a corroborar por los últimos hechos de trascendencia local (Fotos obscenas, pase a archivos de legajos millonarios, suspensiones a funcionarios que nunca llegaron, ahora una licitación con gruesos errores en su adjudicación, o por lo menos rondando situaciones ilícitas si es que la justicia no dice lo contrario.En las reuniones de políticas públicas (ejecutivas-legislativas) poco se discuten cuestiones éticas, y menos pensarlas que si están ausentes daña el tejido de confianza social.


Desde 1997 está la Declaración de las Responsabilidades Humanas, emitida por un Consejo Internacional referido directamente a Políticas Públicas declara en su artículo 12 se refiere a la veracidad, y dice: "Nadie, por importante o poderoso que sea, debe mentir". Pero le sigue una contrapartida: El derecho a la intimidad y a la confidencialidad personal y profesional debe ser respetado. Pero no exageremos. Los políticos también son seres humanos y, en un aprieto, hasta una persona veraz puede mentir.
Una mentira es una declaración que no concuerda con la opinión de quien la formula y apunta a engañar a otros, ya sea para perjudicarlos o bien para obtener una ventaja personal.
La franqueza es un requisito de cualquier gestión eficaz. A la larga, el juego sucio y el engaño no dan resultado. ¿Por qué? Porque socavan la confianza. Y sin confianza es imposible hacer una política que modele el futuro, ahora bien a esta gestión cuanto le importa verdaderamente dejar un mensaje de confianza en su sucesor, ya que para esto no falta tanto tiempo.
Aquí los intereses políticos y las apetencias personales rompen el clima de intimidad vivido hasta aquí, entonces como un efecto cascada de los que quedan ahora afuera, la ropa de cama es lavada de cara a la sociedad.
Como primera pérdida institucional hasta aquí, los errores de gestión y de funcionalidad, son presentados como errores compartidos entre diferentes poderes (la culpa es menos culpa si es de todos).
La segunda es la pérdida de autoridad y de legitimidad del discurso del representante del poder ejecutivo, que solo habla a través de su Asesor Letrado, habla técnicamente, porque su discurso popular está totalmente desdibujado.
Técnicamente la verdad o veracidad es forzada socialmente a aparecer, muchas veces con muecas de caprichos, con altiveces baratos, con prepotencia y cansancio del desgaste típico de la erosión política.En consecuencia, la veracidad –reconocida como el requisito básico de la sociedad humana- rige no solo le es díficil para el ciudadano común, sino también, y en particular, para los políticos.
Porque los políticos son especialmente responsables del bien común. Además, gozan de bastantes privilegios. Si mienten en público y faltan a su palabra (sobre todo después de las elecciones), el resentimiento popular resulta comprensible. En las democracias, lo pagan con la pérdida de confianza, de votos y hasta del cargo. Hay una frase que define un poco la cuestión: para que una mentira se parezca a la verdad o tenga apariencia de tal, tiene que traer consigo otras siete. "Hubo muchos momentos difíciles en la historia local (183 años) donde como sociedad quizás no podíamos discernir sobre la verdad y, a menudo, esta aparecía callada o oculta, siempre estaba en el imaginario social, quizás en la calle, en los pasillos, en la gente, la misma que hoy posee ese derecho de saber que si ocupa su lugar irá en su búsqueda definitiva.
Pero pasan las horas y alguien (con varios nombres) se roba la canasta de la confianza entre el estado-ciudadano… en la casa pública todavía parece haber lugar para otra mentira.