24 agosto 2006

el rito de "Cani"

Desde la tierra sin mal, tampoco escapamos de cierta nostalgia y de cierto dolor, y para colmo de males además de perder a Syd Barret el creador de Pink Floyd, acá en el sur de la tierra sumamos la muerte del baterista más importante que tuvo el rock nacional, hablamos de Oscar Moro el de Serú Girán, el de los Beatles criollos como llamaban a la banda.Moro el mismo que le dijo a la prensa con toda humildad que el privilegio de tocar en las mejores bandas argentinas se las debía a su condición de buen tipo, de esos estos tipos que ya abundan me imagino, aunque esperanzado coloco el desafío en la web, y ahora espero en esta noche…

En mi máquina suena TIME y luego llegará el turno de THE GREAT GIG IN THE SKAY todo de este lado oscuro de la luna, al sur de la Argentina en Corrientes, en un pueblo diminuto, que enciende luces en su puerto con una mano, y con la otra acaricia la espalda de escamas brillantes del Paraná.Así es Bella Vista, tímidamente universal en identidad Serú Girán y Pink Foyd uno en cada lado del auricular, uno en cada lado de la tierra “La Piedra Sola de Atahualpa”.
Como incluír en un mundo veloz y ferozmente globalizado las huellas digitales de sus hombres, para darle textura verdadera a la trama, cada vez más traumática del nuevo tiempo.

Primero desde el rescate del arte olvidado por máquinas de aniquilar conciencias, con sociedades que recuerdan más los nombres de sus asesinos que el de sus creadores.Una pequeña luz encendida en Sudamérica, en el vientre creador de una madruga “Caní” traza líneas que los dioses interceptaron para él, que quizás estaban destinadas a otros hombres, Francisco J. Fernández escultor y dibujante de un pueblo, repite su insomnio de mil noches y retrata unos rostros de América (1954), paciente espera, y luego más líneas y más, y se le revela Leidy Godiva... y no se detuvo hasta crear a un Quijote en tierra de gauchos.

“Caní” padeció la calma de muchos artistas del litoral Argentino, abstraídos por la energía del paisaje, solo escapaba en locura en las noches como soñando quizás este nuevo tiempo de circularidad inmediata, donde todo está conectado como una serpiente sincrónica de dos cabezas, que desespera por cerrarse y morder mortalmente a todo último reducto carente de tiempo “el espacio creador”…

Desde aquí entonces, no el centro del mundo, no la capital de un imperio, no los dueños del tiempo, recuperamos con ”Caní” por un momento el espacio ritual ya en muchas culturas ausente y dejamos que todo fluya, solamente eso.

“Caní” Francisco J. Fernández (1931-1998)

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal