22 junio 2007

HUBO UNA VEZ UN HOMBRE QUE CREO LA BANDERA



Había una vez…un hombre llamado Manuel, que tenía un sueño tan pero tan grande que decidió contarnos esta historia todas hechas con cosas pequeñas.
La historia lo condenó a Manuel casi al olvido, el día de su muerte es el día de la Bandera, por eso es importante recuperar el cariño que el nos enseñó por ella como manera de recuperar al hombre que esta detrás.
Como hacerlo para que desde la más tierna infancia, recordemos a los pensadores, innovadores y revolucionarios, portadores como en este caso el de Manuel de una coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.
Todavía se sigue diciendo por ahí que Manuel murió pobre, como si la condición de acumular riqueza garantizara la existencia y la permanencia de nuestros héroes, y no la de aprender a morir con el desprendimiento, el desinterés, como condiciones formativas de la infancia.
Manuel compartió su formación con escritores y hombre de letras que le aportaron muchas ideas en su paso por Europa, donde aprendió de los derechos del hombre que le aportan Dios y la naturaleza y los países a través de sus letras.
O alguien escuchó hablar de los derechos de los niños dentro de la constitución y su reforma ?.
Manuel preocupado por esto por los más chicos, demostró gran interés por la educación y la escuela. De que sirve decía las horas en clases con tanta preocupación de las maestras si luego en la calle se los hace trabajar, se lo engaña a veces hasta en el mismo hogar.
Consideraba que la educación llegaba a poca gente si no colaboramos todos, “tenemos muchos libros muy bien escritos, que contienen descubrimientos y experiencias que se han hecho por ejemplo en la agricultura, pero de que sirve si ese libro jamás lo podrá leer un agricultor.
Siendo secretario del consulado en 1794, propuso por primera vez que la educación sea estatal, gratuita y obligatoria.
-La cosa es sencilla “Como quiere que los hombre tengan amor al trabajo, que las costumbres sean arregladas, que haya copia de ciudadanos honrados, que las virtudes ahuyenten los vicios, y que el gobierno reciba el fruto de sus cuidados, si no hay enseñanza, y si la ignorancia va pasando de generación en generación.
Todo esto pensaba el joven Manuel y soñaba con libertad el pueblo que lo vio nacer, su patria y decidió crearla a orillas del río, en un paisaje como este, con barrancas y el Paraná como fondo y jamás pensó Manuel que esta bandera solo sirviera para las tontas guerras y para dividir y para demostrar poder.
Pensó que bajo aquél cobijo celeste de los cielos y blancos de las nubes… del paso del tiempo… la bandera serían portadas por niños y no por ejércitos, portadas por trabajadores y no por desocupados, portadas por estudiantes y no por jóvenes marginados socialmente.
- Manuel me dice a través del tiempo, ahora en este día que la recordamos, la bandera de la Patria se crea y se dignifica todos los días o sino no hay bandera.
A partir de este juramento, que es para siempre… se hace de nuevo… La Bandera desde que preparo mi mochila a la mañana, desde que veo trabajar a papá haciendo patria como mi héroe, mi ejemplo, mas cercano… a mis maestros dignificando la educación que soñara Manuel para igualarnos, con oportunidades para todos!!!!!
Entonces sí, La veo flamear y me emociono por las manos simples que la crean, por las almas nobles que las sueñan…y por estas palomas en mi corazón, celestes y blancas de mi patria que me dicen que el presente es posible.
Manuel sabía que necesitaba ayuda para hacer la patria, solo le puso colores y marcó el rumbo.
Ahora hemos hecho el compromiso… es para siempre…para que nunca deje de flamear…debo tener memoria y fantasía y sueños…para que vuelen sin descanso estas palomas, celestes y blancas y dignas sobre los cielos de las aulas, sobre el cielo de me Patria.

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