SI MAHOMA NO FUERA A LA MONTAÑA
DE CAPRICHOS COTIDIANOS A MAL DESEMPEÑO EN LA FUNCIÓN PÚBLICA.
Mantiene expectante a la sociedad bellavistense el debate parlamentario sobre uno de los temas más sensibles de cara a una sociedad simbólica, o a decir del arquitecto Salas (budú) que no ve solo la realidad sino también símbolos.
He aquí al cuestión, una mañana el máximo representante del Poder Ejecutivo suponemos dio una orden, suponiendo que la última elección pudo ser quizás a su entender un plesbiscito ciudadano y consideró entonces que su poder era quizás absoluto.
La orden formal sigue sin aparecer, pero las obras se iniciaron comandados por un grupo menor de obreros suponemos municipales y guiados por secretarios y directores de áreas afines suponemos de acuerdo al proyecto que suponemos como ciudadanos existe en algún lugar.
La obra consistió en movimiento de suelo de la costa en la zona de la playa, pero no quedó ahí solamente, la orden fue la de derribar gran parte de una barranca emblemática de la ciudad.
Y aquí estuvo la clave del conflicto, no hubo consulta previa, ni proyecto girado dell ejecutivo al legislativo, nada solo la orden que acataron los simples empleados de un estado, y la barranca fue vilmente demolida.
Por suerte unos ciudadanos que escaparon del asombro que inmoviliza, fueron en búsqueda de una ordenanza del 2003 de autoría del concejal Jorge Repetto, que en su artículo primero decía “Declarar al parque Cruz de los Milagros como reserva natural y autóctona, de acuerdo a mensura.
Y aquí ya se violó una ley municipal, ni hablar de los artículos que le siguen, ni sumar elementos como que este lugar fue un antiguo cementerio de la Guerra del Paraguay, o es actualmente un Parque turístico.
Un ataque sobre una declaración patrimonial y de reserva natural, sin autorización, sin medir consecuencias legales.
Este es un símbolo que los ciudadanos más sensible deciden no dejar pasar, sensible en lo ecológico y ambiental, y reúnen entonces en el último fin de semana a una treintena de pibes y vuelven a colocar panes de pasto sobre al desolación de una montaña arrebatada a mordiscones por una máquina municipal.
El otro símbolo no resuelto es el ataque hacia la legislación aprobada, atacando una ordenanza con peso de ley, sancionada hace cuatro años atrás.
Debemos recordar aquí, que el autor de ese proyecto formaba parte del frente o partido que todavía hoy gobierna y con el mismo intendente y con las mismas personas en la dirección del sector de obras públicas.
Si fuese solo una distracción, jamás hubo intención de pedir disculpas, por el contrario se intentó confundir a la sociedad desde medios de comunicación menos preparados para la lectura y el archivo, y más cerca de la ganzúa de la billetera del poder.
Tímidamente y tardíamente un concejal Gerardo Rodríguez decide a través de un nuevo proyecto pedir informes, pero en la timba del cuórum (9 votos de trece), pierde más allá de tener razones sobradas en su exposición.
Y aquí el capricho dice que es más fuerte que la razón en la corrupta democracia de números y de interese, ya sin partidos políticos, con menos banderas que levantar, con menos ideales, y por sobre todas las cosas sin ideas.
Como cuerpo legislativo, actuaron fuera de tiempo, fueron burlados por el abuso de poder, y esta inversión burlesca de que los que debieran controlar garantizado la independencia de poderes son ahora dominados por un poder que excede el peso de la ley de las cartas municipales, en suma por la ineficiencia de sus operarios legislativos, por la falta de identidad y legitimidad personal o política, esperando solo órdenes desde otras esferas de poder que exceden nuestro poderes “legítimos locales ??”.
Como seguirá esta historia, como ciudadanos buscando las pocas posibilidades que quedan, un Amparo Judicial en algún juzgado de instrucción o fiscalía, solo para sembrar un precedente de que algo está cambiado de a poco, y este es un símbolo sí a tener en cuenta.
Quizás ya nadie sea sumariado políticamente y administrativamente como correspondería, quizás no existan disculpas públicas desde el capricho del poder, que piensa que más votos significa más poder y menos responsabilidad pública, quizás nadie sea considerado como con falta grave por mal desempeño de funciones, quizás todo pronto se olvide, como símbolo irreparable de una sociedad que decide la mayoría de las veces mirar para otro lado.
El otro símbolo a tener en cuenta son esos, treinta pibes plantando pasto sobre el desierto de la ideas y de la tranza política, esperando que algo crezca sano de esta democracia necesaria pero con participación ciudadana y sujeta a derecho.
Aquí intenté hacer mi parte, defendí en los medios lo que pude, porque trabajo de esto, pero fuí y planté panes de pasto para acompañar a los pibes, e intentaremos con la justicia ( si es que existe) y sino seguiremos en la lucha que es lo único que nos transforma como sociedad.
Miramos con descrédito a la política pero no sin razones, el capricho sobrevuela un tiempo sin ideas y es peligroso para el ciudadano pensante en una democracia delegativa, pero es peligroso también el trabajo de colegas sin ideas, porque destruye la posibilidad de que el ciudadano se integre a las problemáticas sociales, la mayoría de las veces confundido o hastiado por el mal trato periodístico, como vemos no es tarea fácil, pero en el atardecer de Bella Vista sigo viendo montañas, y otras y otras y se que no podrán con todas y sus caprichos.
Mantiene expectante a la sociedad bellavistense el debate parlamentario sobre uno de los temas más sensibles de cara a una sociedad simbólica, o a decir del arquitecto Salas (budú) que no ve solo la realidad sino también símbolos.
He aquí al cuestión, una mañana el máximo representante del Poder Ejecutivo suponemos dio una orden, suponiendo que la última elección pudo ser quizás a su entender un plesbiscito ciudadano y consideró entonces que su poder era quizás absoluto.
La orden formal sigue sin aparecer, pero las obras se iniciaron comandados por un grupo menor de obreros suponemos municipales y guiados por secretarios y directores de áreas afines suponemos de acuerdo al proyecto que suponemos como ciudadanos existe en algún lugar.
La obra consistió en movimiento de suelo de la costa en la zona de la playa, pero no quedó ahí solamente, la orden fue la de derribar gran parte de una barranca emblemática de la ciudad.
Y aquí estuvo la clave del conflicto, no hubo consulta previa, ni proyecto girado dell ejecutivo al legislativo, nada solo la orden que acataron los simples empleados de un estado, y la barranca fue vilmente demolida.
Por suerte unos ciudadanos que escaparon del asombro que inmoviliza, fueron en búsqueda de una ordenanza del 2003 de autoría del concejal Jorge Repetto, que en su artículo primero decía “Declarar al parque Cruz de los Milagros como reserva natural y autóctona, de acuerdo a mensura.
Y aquí ya se violó una ley municipal, ni hablar de los artículos que le siguen, ni sumar elementos como que este lugar fue un antiguo cementerio de la Guerra del Paraguay, o es actualmente un Parque turístico.
Un ataque sobre una declaración patrimonial y de reserva natural, sin autorización, sin medir consecuencias legales.
Este es un símbolo que los ciudadanos más sensible deciden no dejar pasar, sensible en lo ecológico y ambiental, y reúnen entonces en el último fin de semana a una treintena de pibes y vuelven a colocar panes de pasto sobre al desolación de una montaña arrebatada a mordiscones por una máquina municipal.
El otro símbolo no resuelto es el ataque hacia la legislación aprobada, atacando una ordenanza con peso de ley, sancionada hace cuatro años atrás.
Debemos recordar aquí, que el autor de ese proyecto formaba parte del frente o partido que todavía hoy gobierna y con el mismo intendente y con las mismas personas en la dirección del sector de obras públicas.
Si fuese solo una distracción, jamás hubo intención de pedir disculpas, por el contrario se intentó confundir a la sociedad desde medios de comunicación menos preparados para la lectura y el archivo, y más cerca de la ganzúa de la billetera del poder.
Tímidamente y tardíamente un concejal Gerardo Rodríguez decide a través de un nuevo proyecto pedir informes, pero en la timba del cuórum (9 votos de trece), pierde más allá de tener razones sobradas en su exposición.
Y aquí el capricho dice que es más fuerte que la razón en la corrupta democracia de números y de interese, ya sin partidos políticos, con menos banderas que levantar, con menos ideales, y por sobre todas las cosas sin ideas.
Como cuerpo legislativo, actuaron fuera de tiempo, fueron burlados por el abuso de poder, y esta inversión burlesca de que los que debieran controlar garantizado la independencia de poderes son ahora dominados por un poder que excede el peso de la ley de las cartas municipales, en suma por la ineficiencia de sus operarios legislativos, por la falta de identidad y legitimidad personal o política, esperando solo órdenes desde otras esferas de poder que exceden nuestro poderes “legítimos locales ??”.
Como seguirá esta historia, como ciudadanos buscando las pocas posibilidades que quedan, un Amparo Judicial en algún juzgado de instrucción o fiscalía, solo para sembrar un precedente de que algo está cambiado de a poco, y este es un símbolo sí a tener en cuenta.
Quizás ya nadie sea sumariado políticamente y administrativamente como correspondería, quizás no existan disculpas públicas desde el capricho del poder, que piensa que más votos significa más poder y menos responsabilidad pública, quizás nadie sea considerado como con falta grave por mal desempeño de funciones, quizás todo pronto se olvide, como símbolo irreparable de una sociedad que decide la mayoría de las veces mirar para otro lado.
El otro símbolo a tener en cuenta son esos, treinta pibes plantando pasto sobre el desierto de la ideas y de la tranza política, esperando que algo crezca sano de esta democracia necesaria pero con participación ciudadana y sujeta a derecho.
Aquí intenté hacer mi parte, defendí en los medios lo que pude, porque trabajo de esto, pero fuí y planté panes de pasto para acompañar a los pibes, e intentaremos con la justicia ( si es que existe) y sino seguiremos en la lucha que es lo único que nos transforma como sociedad.
Miramos con descrédito a la política pero no sin razones, el capricho sobrevuela un tiempo sin ideas y es peligroso para el ciudadano pensante en una democracia delegativa, pero es peligroso también el trabajo de colegas sin ideas, porque destruye la posibilidad de que el ciudadano se integre a las problemáticas sociales, la mayoría de las veces confundido o hastiado por el mal trato periodístico, como vemos no es tarea fácil, pero en el atardecer de Bella Vista sigo viendo montañas, y otras y otras y se que no podrán con todas y sus caprichos.
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