24 abril 2011

AMANECE



“Sobre la cresta brillante del final de la noche
Amanece el gallo con su grito herido, rojo y cansino el grito de su pecho.
Sobre los bordes verdegrises de los pastos,
Una cofradía de grillos, dictan los títulos y las noticias de los diarios.
Y en un lapso humano de diez pasos respira el tiempo, escuchando el ruido de sus siglos.
Sobre la copa en sombra de un árbol despierta la babel desprolija de unos pájaros, plumones grises, ciegos.
Asume al fin el amanecer su creación, Dios está al caer presiento, ya el viento atraviesa esa calle y como una daga me atraviesa, y yo balbuceo unas palabras ilegibles en mi mente, en mi pecho, en mi boca.
Florece apenas un grito sobre la redondez tibia del mundo y el rocío que besa a otra sombra humana, solo eso”.