10 junio 2013

“Kalacawas”… y el alma se apoderó de la música

Después de la medianoche se inició el ritual, el escenario finamente cuidado dejaba claro que en el antes estaba la garantía y la seguridad de disfrutar y vivir el show, hubo que hacerle fotos al escenario, una mesa tendida para el banquete hecha por manos sabias y silenciosas, ya el espíritu se adelantaba al instante del sonar de esas baquetas de Juan al aire, para silenciar al mundo, apretar el corazón, respirar profundo, y dejarse llevar… lejos del tiempo… en que espacio de los apuros diarios podrían entrar 25 temas, un disco doble en VIVO, el del concierto aniversario, solo ahí en ese patio.
El duende de Robert Nesta, desconectó el cable del bajo de Hernán en el inicio para descomprimirnos, y luego…ya no hubo pausa, ni después, fue solo la música, la extraña, la escurridiza musa, la conmovedora amante del hombre desde el inicio del mundo, ella, fue rompiendo a pedazos nuestras derrotas en silencio, la de haber escuchado mil discos, la de asistir a recitales, la de recorrer distancias, la de colgar los posters equivocados de esas bandas y esos músicos, y esos músicos cercanos al circo, a la pose, al olvido en la conexión con el otro, ese pedazo del alma dispersa en el que nos hemos convertido, y que como un mendigo hace años que busca migas de pan cuando las luces se apagan.
En “Kalacawas” sabido es habitan más de 365 días, la dialéctica de la travesía, la experiencia, siempre silencia a los cuerpos, es entonces el anuncio del instrumento rozada suavemente por las manos, apenas como aquellas primitivas pinturas rupestres antes del habla, antes de la voz, sobre teclas, parches, cuerdas, PRIMITIVAMENTE sagradas…
Entonces, Kalacawas ?...esas siluetas en el humo del escenario es una metáfora del inicio del hombre, de todo finalmente me pregunto ahora que estoy en calma, la calma del león etíope en la tarde cercana a la montaña rojas por el sol de tarde, donde todas las fieras inclinan su sombra ante este rito.
Qué será que nos emparda a veces con esos sonidos de las islas, de los esclavos, de esos peregrinos del hambre sobre la sabana caliente del otro lado del continente, presumo, que jamás tendrá por suerte respuesta esta otra pregunta.
Ricardo, junta las manos en el teclado como un rezo, Juan con los auriculares fibra vital conecta, Jeremías vigila el vacio ya que la música también es eso, y ahí no puede haber violencia, nada que se parezca a ella.
Bruno, despliega en su mente el mapa del alma, sabios senderos, paso a paso…
“Hacha” es una cuota, una partícula perdida del universo escapada de sí mismo, necesariamente extraviada de todo modelo, conmovedor relato, vos pequeña como gorjeo de pájaro en el amor, y espada para la injusticia…
En el concierto soplaron esos vientos del sur en sus claves invitados Nico y Kevin, perfumes de rock and roll, somos esos rebeldes al fin, violas de Exequiel, Lopecito, Tombo, Sis ….siempre poeta, Lucas liberando cadenas en los parches.
Fui hasta la consola al final para abrazar a mi hermano “Panda”, me suenan frases como otra gran batalla ganada por pequeños héroes, y otra pregunta… que quisiste decir Flaco con aquello de “Alma de diamante”…. Algo brilla por aquí en un rincón del mundo todo, parece ser cierto todo lo empezará a recoger esta banda, entonces Gracias por la invitación!!! Estuve ahí, buena vibra!!
la gente aplaude, se emociona, se abraza, ya no es un milagro es un PRESENTE.