plenitud
VA CIANDO
Ante tanta demanda de palabras, a veces uno debe vaciar el
cuerpo, como esos finos huesos ahuecados de pájaros, o como cáscaras, vaciando de sangre y de
venas a todo el cuerpo, dejando espacio para un resplandor, para la luz, para
que algo de nuevo ilumine.
Y así estaba, con más de 50 horas de viajes en la
ventanilla, yendo y viniendo, viendo un paisaje verde de pastizales crecientes,
de pájaros anónimos en vuelos hacia puntos infinitos, y en ellos también iba yo
perdido a veces en bandada, a veces en
vuelo solitario, intentando alguna justificación de aquí y de allá, como en que
en algún destino fuese cierto entre ciudades, algo verdaderamente… y en esos
viajes un día corrí las ventanillas y vi que ese paisaje giraba en círculos,
hacia sus espaldas, porque al fin pensé que regresaba, después sonreí ante esa
posibilidad poco cierta… en un viaje ya no hay indicaciones hacia dónde.
Y otras de esas mañanas que el mundo quizás parece llamarle
vacías, una nena con un burbujero, y con un viento empujado, de esos vientos de
ahora, que no se sabe si son del este, del noreste, del norte, del oeste, un viento raro como los
de ahora, cálido o frío como son
ahora, empujado por un viento del este,
o del oeste, de esos vientos raros de ahora,
empujaba simples burbujas y yo quise atrapar una, y ella frunció el
ceño, pensando que yo quería algo no era mío, después entendió que sí que
necesitaba, que jugaba
Y entonces entendí, que ya no tenemos permiso los poetas y la
poesía….para la soledad
Eso debe ser algo extinguido
entonces si en este mundo que intenta que intenta exterminar
a la poesía y a los poetas
Aun asi , aun asi existe el milagro de la plenitud.
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